martes, 11 de diciembre de 2012

PREFACIO


La Medicina Legal discurre entre dos mundos poco miscibles entre sí: el derecho y la medicina; las abstracciones del pensamiento jurídico y las concreciones del dolor de la enfermedad. Dos ciencias diferentes que, con sus propios lentes, han de observar con detenimiento la acción del delito.
Pero ambos pensamientos han de coincidir en la observación de los hechos, y esta tarea la podremos llamar, el ejercicio forense.
Es por esto que, sabiamente, el Art. 292 de la Ley 600/2000 de Código de Procedimiento Penal ordena “unificar los criterios de la actuación pericial”, unidad que, lastimosamente, ha brillado por su ausencia en la literatura medicolegal colombiana.
Conceptos medicolegales tan básicos como salud, enfermedad, incapacidad, y otros no menos elementales como pronóstico, gravedad, duración del daño, sistema mixto, simplemente se encuentran abandonados a la mayor orfandad científica, convirtiendo a la medicina legal colombiana en un conjunto incoherente de ideas, que, como se demostrará, han sido tomadas de fuentes ajenas al pensamiento jurídico nacional.
Es por esto que el desarrollo del tema de este trabajo bien pudiera ser una declaración de principios, más que un manual criminalístico, orientado a mostrar al lector las bases científicas para la correcta interpretación jurídica (o mejor, medicolegal) de los hechos.
Tiene la razón Albert Einstein cuando afirmó: “nada más práctico que una buena teoría”. En la medida que los fundamentos teóricos sean coherentes, las técnicas (criminalísticas) serán las adecuadas. La pretensión de este trabajo es aportar al perito judicial un contexto teórico para que su desempeño sea coherente, en beneficio de la administración de justicia.

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